jueves, 30 de octubre de 2008

Transformándose en hombre

Una completa interacción de hormonas acciona y controla la producción de espermatozoides. Durante la pubertad, a medida que el niño se va convirtiendo en hombre, sus glándulas sexuales o gónadas, los testículos, empiezan a producir testosterona. Esta hormona es la responsable del desarrollo de las características masculinas, como el vello facial y corporal, la profundización de la voz y el agrandamiento de los órganos sexuales externos. También es la responsable de detener el crecimiento de los huesos largos alrededor de los veinte años.
La testosterona se segrega como respuesta a órdenes químicas provenientes del cerebro. El hipotálamo produce una hormona llamada factor de liberación de la gonadotropina. Esta estimula a la hipófisis para que libere dos hormonas: la luteinizante (LH) y la foliculoestimulante (FSH). Estas llegan a la corriente sanguínea y son transportadas a los testículos, los que comienzan a producir la testosterona.
Los niveles se autonivelan. Cuando el nivel de testosterona se eleva, inhibe la producción del factor liberador de la gonadotropina, que a su vez reduce la liberación de LH por la hipófisis. Cuando el nivel de testosterona desciende, el proceso se revierte.
Los ciclos femeninos
En el caso de la mujer, alrededor de los ocho años se inician los cambios. El hipotálamo empieza a segregar la sustancia liberadora de gonadotropina, que actúa sobre la hipófisis para que esta segregue varias hormonas. La primera es la foliculoestimulante (FSH), que actúa sobre las gónadas femeninas, los ovarios, provocando que los folículos que contienen los óvulos empiecen a crecer y produzcan estrógeno. Esta hormona estimula el crecimiento de las mamas, ensancha la pelvis y provoca el desarrollo de la vulva.
El creciente nivel de estrógeno en la corriente sanguínea hace que el hipotálamo le ordene a la hipófisis que disminuya su secreción de hormona luteinizante (LH). Esta ocasiona el estallido de uno de los folículos, que libera un óvulo (ovulación) para su posible fecundación.
Los restos del folículo, ahora llamado cuerpo lúteo, permanecen en los ovarios segregando estrógeno y una segunda hormona, la progesterona, que prepara el revestimiento del útero, el endometrio, para recibir y nutrir a un posible cigoto o huevo fecundado. Si la fecundación no se produce, los niveles de estrógeno y progesterona descienden. El revestimiento del útero se desprende, y junto con las mucosidades y el óvulo sin fecundar es expulsado por la vagina. Se trata de un sangramiento que se prolonga por tres a siete días. Este sangramiento o hemorragia constituye la menarquia o primera menstruación, y se produce alrededor de los doce años.
Desde la primera menstruación, informalmente conocida como regla o periodo, mensualmente uno de los dos ovarios liberará un óvulo de manera alternada. El ciclo normal dura 28 ó 29 días y la ovulación se produce alrededor del día 14.
Los dos primeros años los ciclos menstruales son irregulares -más o menos días-, después se normalizan.
Este ciclo se repetirá durante toda la vida fértil de la mujer, que está determinada por la capacidad de ovular, salvo durante el embarazo.
B) varones: aparece vello facial, se ensanchan los hombros, se desarrollan los músculos, el pene aumenta su tamaño y se endurece, los testículos se agrandan, la piel se vuelve más grasosa, la voz cambia, parece vello en las axilas.
mujeres : las mamas crecen y se destacan los pezones, los genitales se ensanchan, aumenta el grosor de los muslos.

C) Has muchas preguntas. Es bueno saber cómo y qué está haciendo tu cuerpo, cómo afectará tu vida y cómo mantener una buena perspectiva.
Busca por más información sobre la pubertad en la biblioteca, librerías, por el Internet y por un adulto responsable en quien tu confías.
Respeta tu cuerpo. Fumar, usar drogas y beber alcohol no son cosas que respetan tu cuerpo. En realidad son actividades muy dañinas. Come comidas saludables. Has bastante ejercicio. Espera a tener sexo hasta que te sientas listo/a.
Acepta tu cuerpo. Es una obra en progreso- todavía no ha terminado de crecer y cambiar. Recuerda, ¡que todos pasamos por la pubertad pero tú eres un INDIVIDUO! Trata de no compararte a más nadie.
Si tienes que estar a dieta, ten cuidado y usa tu sentido común. Come regularmente en el día sin dejar de comer y no te hagas vomitar para mantener tu peso bajo. Esto solo lleva a enfermedades, problemas emocionales y hasta la MUERTE.
Si te sientes triste, mal o totalmente raro/a, habla con alguien! Aunque no lo creas, lo mas seguro es que ya tú conoces a alguien con quien puedes hablar sobre tus emociones y los cambios por los que estás pasando. No sufras en silencio. ¡Empieza a practicar la comunicación ahora!
Dale un chance a tus padres. ¡Ellos te pueden dar mucho apoyo e información si te abres a ellos y le hablas!

D) La estatura no es más que uno del millar de rasgos que deciden, en parte, tus genes. De hecho, puesto que tienes dos padres, tus genes actuarán como si fueran árbitros, concediéndote una estatura que probablemente estará comprendida entre las estaturas de tus padres. Si tus padres son los dos altos, lo más probable es que tú también lo seas. De todos modos, si tienes alguna duda sobre tu estatura, pregúntale a tu médico.
No obstante, los genes no lo deciden todo. Por ejemplo, si sigues una dieta poco saludable no podrás desarrollar plenamente toda tu capacidad de crecer. Dormir mucho, hacer suficiente ejercicio y alimentarte bien te ayudarán a crecer y a desarrollarte como deberías.
Seguro que te has preguntado alguna vez a qué ritmo crecerás. Depende. No hay un ritmo de crecimiento perfecto o correcto. Como promedio, los niños crecen aproximadamente 6 centímetros al año entre los tres años y el inicio de la pubertad (la etapa de la vida en que el cuerpo empieza a cambiar y a parecerse más al de un adulto).
Tu médico sabrá cómo has estado creciendo con el transcurso de los años. El hecho de crecer cada años un poco más o un poco menos del promedio no es ni de lejos tan importante como tu estatura actual, cuál ha sido tu patrón de crecimiento, es decir, cómo has estado creciendo hasta ahora, y qué otros cambios ha experimentado o está experimentando tu cuerpo.

E) No te asustes si te parece que has crecido mucho en muy poco tiempo. Todo el mundo da un estirón durante la pubertad. La edad promedio de inicio de la pubertad está en torno a los 10 años en las niñas y en torno a los 11 en los niños. Pero puede llegar antes o después - entre los 7 y lo 13 años en las niñas y entre los 9 y 15 en los niños.
Lo más probable es que empieces a darte cuenta de que estás creciendo más deprisa aproximadamente un año después de que tu cuerpo empiece a manifestar los primeros cambios de la pubertad - a las chicas se les desarrollan los senos y a los chicos les crecen el pene y los testículos.

Por: Martín Dávila, Rodrigo Lucas Guerello, Juan Leonidas Rondina y Federico Rubén Marino

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